Barra libre al caciquismo en la España vaciada
Nos llega recientemente la noticia del sucedido con el alcalde de Fontanar, Víctor San Vidal, del que se ha difundido una grabación en la que el susodicho veja a gritos, llegando a romper una silla, en un ataque furibundo a Silvia, una trabajadora municipal de la casa de la juventud local.
La fiscalía inició inmediatamente (el día 7 del presente mes) acciones legales contra el alcalde que, a su vez, emitió una nota de disculpa muy al estilo Luis Rubiales, echando balones fuera, acusando a otros de persecución y buscando refugio en una supuesta situación de estrés.
Lo cierto es que, contrariamente a lo que señala el alcalde, no se trató de un hecho puntual, la trabajadora, según refieren en la cadena Cuatro TV, señala meses de llamadas y mensajes de texto y audio en el mismo tono, encontrándose “atemorizada”. El hecho, según se comenta en medios, era vox populi en la localidad. Un acontecido de maltrato, abuso o acoso nunca sucede en un único hecho aislado en el tiempo: suele ir de menos a más y tiene siempre continuidad.
Finalmente, ante el revuelo mediático y la presión, el alcalde ha resuelto dimitir aunque, de nuevo, convirtiéndose a sí mismo en víctima.
En un primer momento solo iba renunciar como alcalde y a seguir como concejal, pero las presiones han continuado y la dimisión ha sido completa.
Víctor era alcalde desde 2015, en que lo fué por el PSOE, que le retiró su apoyo por estar involucrado en un proceso judicial acusado de malversación, delito de falsedad en documento público y otros posibles delitos relacionados con la corrupción, siendo detenido por la Guardia Civil y pasando tres días en los calabozos a instancias de la investigación iniciada por la fiscalía.
De esta acusación fue finalmente absuelto a dos días de las elecciones de 2019, indicando el tribunal, que se cometieron irregularidades administrativas graves, pero no apreciando sin ningún género de dudas intencionalidad y, por tanto, delito. En las elecciones de 2019 concurrió por la formación independiente “Entre todos Fontanar” y volvió a ganar.
Los denunciantes, de Izquierda Unida, sufrieron presuntamente en esas fechas un ataque físico del que salieron milagrosamente ilesos como relatan los protagonistas en Tele5 recientemente.
Ya en 2022 se le abrió juicio por malversación y prevaricación en la que el Ministerio Fiscal solicita solicita cuatro años de prisión y nueve de inhabilitación.
Sin embargo y pese a este historial volvió a ganar por mayoría absoluta en las pasadas elecciones de 2023.
Cito ahora aquí a un compañero de Izquierda Unida: “a los problemas endémicos de los pequeños pueblos, y de modo singular en la ‘España Vaciada’: Carencias sanitarias, de transporte, seguridad, vivienda, acceso a Internet, utilización abusiva de sus espacios para granjas intensivas, parques solares, sobreexplotación de acuíferos y ríos, contaminación… cosas que todos tenemos en la cabeza, se añade de modo singular y en proporciones llamativas un número significativo de caciques y pequeños dictadores que medran en estas estepas.
Seguro que hay diversas causas que lo expliquen, una de ellas es el de encontrar una fuente de ingresos, bien por la falta de trabajo o adicional por tener economías precarias. Marx hablada del “interés” como pulsión básica de los seres humanos en la construcción de la historia, pero también hay que poner de relieve otros que intervienen de modo tenaz: el deseo de poder o el narcisismo de dirigentes adictos a deseos oscuros ocultos dentro de una personalidad psicópata.
¿Por qué sobreviven estos personajes?
Muchos años viviendo en esta España Vaciada, me llevan desde luego a sostener que esto no ha sido posible si no hubiera una constelación de administraciones, poderes e instituciones que no hacen el trabajo para lo que han sido creadas. Si te diriges a la Consejería de Administraciones Públicas o de Fomento, por hablar de alguna, al Registro de la Propiedad, a la subdelegación de gobierno, al Instituto Nacional de Estadística, al Colegio de Arquitectos o Aparejadores, a los dirigentes políticos del PSOE o PP, a la judicatura, técnicos de la Diputación Provincial, ….para poner de relieve irregularidades urbanísticas, del censo electoral, ineficacia administrativa o acoso a vecinos de los pequeños pueblos…..te miran como diciendo: no me metas en líos, a veces se disculpan y dicen ‘no puedo hacer nada habla con otros’ otras veces están a punto de lágrima diciendo lo sé pero si me meto me complica la vida…
Largo de contar todo esto, pero como la vida misma, tan solo en casos menores hemos encontrado a alguien que ha actuado tímidamente, cosa de agradecer. Grave también es la complicidad de muchos vecinos que se pone de perfil, adulan al poder y les ríen las gracias".
Desde el grupo municipal de Unidas por Alcocer-Izquierda Unida nos sumamos a las muestras de apoyo a Silvia y a las personas que en Fontanar y en otros municipios tienen que sufrir estas situaciones y esperamos que la ley se le aplique a este personaje y a quienes le dan soporte.
Como se puede ver en este caso, una mayoría de votantes puede equivocarse y con consecuencias muy graves.
Nuestra villa de Alcocer padece enormes paralelismos con ese caso: un alcalde narcisista acompañado de su pequeña mafia que hace y deshace a su gusto y que le hace el juego y le jalea y los cada vez más flagrantes casos de irregularidades, acoso y abuso a quienes se le oponen. Hace pocos años, al inicio de la pasada legislatura, tuvimos que pedir amparo a nuestro diputado provincial para que pidiera al PSOE de Guadalajara que cesara en su actitud un trabajador municipal alcocereño que pasó varias veces con su coche a corta distancia de un miembro de nuestras listas cuando iba en su bicicleta. Otra situación similar la vivió otro de nuestros concejales recientemente cuando el padre del señor alcalde tuvo a bien dar un repentino acelerón a su coche al pasar por su lado en la zona más estrecha de la calle de la Lechuga previa al cruce con la Calle del Cura el pasado mes de septiembre, el mismo día en que se celebró un pleno municipal a mitad de semana y aprovechando que no había testigos en la calle. Estas y otras actuaciones que ya hemos denunciado repetidas veces son avisos de una situación inadmisible que hay que parar ya de manera radical antes de que vaya a más.
Volvemos a pedir enérgicamente por ello de nuevo desde aquí la dimisión del alcalde Borja Castro. Debe dimitir o deben dimitirle.