LAS INVERSIONES DEL PSOE
La gestión municipal debe de tener claro lo que supone la inversión pública para las posibilidades de desarrollo del pueblo. El alcalde tiene que discriminar entre las infinitas opciones que se le presentan, intentando evaluar aquellas que van a suponer una mayor capacidad de crecimiento futuro para nuestro pueblo y, por lo tanto, la mejor utilización de los escasísimos –y en tanto valiosísimos– recursos con los que cuenta nuestro ayuntamiento. Es en este punto donde no hemos encontrado muchos puntos de acuerdo con la actual gestión municipal.
En primer lugar, la inversión debe de buscar el crecimiento de la riqueza de Alcocer, pues esa es la definición de inversión. La riqueza es de todos, de manera indivisible, del pueblo como conjunto. Ese crecimiento del patrimonio de Alcocer debe de ser incapaz de aislarse en ningún vecino en concreto. En ningún grupo concreto y privilegiado de nuestro pueblo.
En segundo lugar, toda inversión ha de buscar un doble objeto: o bien el crecimiento del patrimonio de Alcocer (inversión de enriquecimiento), o bien el mantenimiento del mismo (inversión de mantenimiento). No hay más, pero una y otra son igual de importantes, puesto que se complementan.
1 - El Espinar
Así, no se puede abordar una sin dejar de lado la otra, porque entonces lo que ocurrirá es que LAS OBRAS NUEVAS SE ESTARÁN FINANCIANDO CON LOS BACHES, LOS DESPERFECTOS Y LAS AVERÍAS DE LAS ANTIGUAS. Y entonces no habrá mayor riqueza para todos: habrá más demanda de gasto futuro, tanto por las infraestructuras viejas y abandonadas que no se van atendiendo durante años, como por los nuevos gastos de mantenimiento que se deriven de las obras nuevas que este año, en concreto, estamos inaugurando.
Es decir, toda inversión de hoy generará pagos futuros. El criterio de decisión, por parte del alcalde y sus ediles, debe estar claro: si los gastos futuros, derivados del mantenimiento de la inversión, son menores que los futuros beneficios que la inversión generará para todos (no solo beneficios monetarios, también intangibles), será adecuado llevar a cabo el proyecto por parte del ayuntamiento.
Por el contrario, si se hace la obra nueva –y ni siquiera bien, sino con el único interés de dar imagen pública de que se ha hecho, pero sin hacerla adecuadamente– y estas obras no se mantienen en el futuro, ocurrirá que en poco años, no tendremos más instalaciones de las que disfrutar, sino que tendremos más instalaciones abandonadas que nos demandarán mayores gastos que quizás no podamos afrontar entonces.
Adicionalmente, como las obras nuevas no se han llevado a cabo de la manera más adecuada, los gastos futuros que estas nuevas inversiones generen también serán mayores, pues el mantenimiento de la mismas se presentará antes (por desperfectos, al no realizarse óptimamente) y, por mucho que se atienda este mantenimiento, nunca será una inversión eficiente, pues jamás se planteó bien la obra desde su inicio, ni se tuvo en la cabeza el interés de todos nosotros al iniciarla, sino otras cuestiones que tiene que ver más con la imagen pública, el lucimiento particular, el cortoplacismo, etc.
Pero lo mejor para explicar todo esto es poner ejemplos prácticos que todos podemos constatar porque los conocemos bien:
Inversión de mantenimiento no realizada – obras que no se mantienen, pese a que se hayan llevado otras nuevas, que no consideramos prioritarias, poniendo en peligro la salud pública e individual de nuestros vecinos.
En primer lugar citamos la situación de abandono y desidia del parque infantil del Centro Polivalente. Columpios abandonados, algunos clavos y tornillos salientes, etc. Estado de la inversión: Deplorable
2- Columpios abandonados – Centro Polivalente
En segundo lugar, abandono del edificio que alberga el colegio de nuestros pequeños estudiantes. Las fachadas y las aceras están abandonadas, con el suelo desprendido y cascotes que pueden desprenderse sobre alguna criatura. La zona de recreo del colegio también cuenta con un abandono quizás mayor que el señalado del Centro Polivalente (valga como ejemplo, el columpio donde tan solo hay colgada una cuerda que hace las veces de silla donde columpiarse).
3 - Deficiencias en el mantenimiento del Colegio
En tercer lugar, el abandono –y esto sí que debería causarnos alarma, poniéndolo en el primer lugar de necesidades de intervención inmediata– de las casetas que tapan los pozos de agua de los altos desde donde se alimenta nuestro depósito de agua. Agua que bebemos y que utilizamos para cocinar.
Alguna caseta no tiene protección y la puerta está abierta, por lo que cualquier animal que caiga al fondo puede contaminar el abastecimiento de agua de todo el pueblo.
4 - Pozo sin protección
Inversión nueva mal acometida – todos tenemos presente la intervención en las calles de la Dulzura, Suspiros y Travesía Pasacuerdos. En todas ellas se ha llevado a cabo una “limpieza de cara” sin realizar una inversión que tenga cierta pretensión de ser duradera en el tiempo –podremos verlo en breve plazo–. Suelos donde se ha dispuesto una capa de aglomerado, sin replanteo del terreno previo y sin llevar a cabo la necesaria renovación de redes de saneamiento. Todo esto lo tendremos que pagar en un futuro no lejano, pagando dos veces lo que habría que haber pagado solo una.
Otro síntoma de la deficiente planificación de la inversión pública lo constituye el asfaltado a medias de la Travesía Pasacuerdos (parte de la calle asfaltada y parte de la calle sin asfaltar). No conocemos su justificación, no sabemos la causa. Solo padecemos los negativos efectos que produce el absurdo resultado que todos podemos contemplar.
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