La salud es lo primero

Inmersos como estamos en la casi milenaria festividad alcocereña de las Mayordomas y conociendo lo que ya conocemos sobre el desmesurado gasto festivo de nuestro señor alcalde Borja Castro, viene a colación un tema, probablemente de entidad menor para este señor, según se deduce  de sus prioridades en la inversión del presupuesto y que es el tema de la salud. 

“La salud es lo primero” es una frase que venimos diciendo los que tenemos ya algunos años y sabemos lo que es perderla o lo que es que la pierda algún ser querido. Debe ser cosa de la edad porque la salud ha sido relegada mucho tiempo por esta joven corporación y las anteriores, alguna no tan joven, en el caso que les vamos a contar.

¿Qué dirían si les contáramos que una sustancia cancerígena permanece en un lugar frecuentado por ancianos y jóvenes expresamente puesta ahí por una corporación anterior del Ayuntamiento?

¿Qué dirían si les contáramos que esa sustancia es tóxica por inhalación y por contacto con la piel?

¿Qué dirían si les dijera que todo el pueblo ya ha inhalado sus vapores al pasar por la zona, especialmente olorosa en días de calor?

¿Qué dirían si les dijera que es frecuente el contacto con la piel por parte de nuestros jóvenes que se sientan y se agarran a menudo sobre las maderas impregnadas de ese producto tóxico?

Les estamos hablando de la creosota, un producto aplicado a las vías de tren y a las maderas de postes para evitar su deterioro y mejorar su perdurabilidad. Este producto es una mezcla de unos 200 compuestos químicos, la mayoría de los cuales son derivados de hidrocarburos aromáticos, y que es obtenida al calentar carbón.

Como a nosotros sí nos preocupa la salud de todos y todas, en nuestro programa electoral de las municipales de 2023 llevábamos como punto específico su retirada. Como ese acto de retirar este nocivo producto no es un acto festivo, ha caído en saco roto, y deducimos de ello que a esta corporación y las anteriores, sus cánceres se la traen al pairo.

Las maderas tratadas con este producto llevan muchos años instaladas en el parque de petanca que está delante del Centro Social Polivalente. ¿Ya les viene a la mente ese olorcillo? Se trata de las traviesas de tren que rodean los dos campos de petanca y las barandillas de la zona de asientos, donde se posa como golondrinas la muchachada, especialmente al caer el sol.

El parque antes de su instalación, absolutamente innecesaria a nuestro juicio, tenía pocas mejoras que hacer, salvo algún banco u ornamento y era un espacio fantástico. 

El parque antes de la creosota

 

Así  luce ahora, cáncer, cemento y un alcorque bien cerrado que ahoga al árbol:

El parque tras la incorporación de olores y enfermedad

Según nota del Instituto Nacional para la salud e Higiene en el Trabajo que enlazamos, la exposición prolongada a bajos niveles de creosota, especialmente el contacto directo con la piel durante el tratamiento de madera o la manufactura de productos tratados con creosota de alquitrán de hulla, se ha asociado a cáncer de piel y de escroto.

Según la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud, la sustancia se puede absorber por inhalación del vapor, a través de la piel y por ingestión. 

“Por evaporación de esta sustancia a 20°C se puede alcanzar muy rápidamente una concentración nociva en el aire, especialmente por pulverización”. De ahí los olores veraniegos de la zona.

“Entre los principales componentes de la creosota se encuentran hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), siendo el compuesto más significativo el benzo(a)pireno que está clasificado como cancerígeno, mutágeno y tóxico para la reproducción de categoría 2, por lo que la creosota se incluye también en esta categoría de productos desde el punto de vista de su comercialización (RRDD 363/1995 y 255/2005), y, en consecuencia, le es de aplicación el RD 665/1997 sobre protección de los trabajadores contra la exposición a agentes cancerígenos y mutágenos durante el trabajo.”

El producto está ESPECÍFICAMENTE PROHIBIDO para usarse en parques y jardines según Orden PRE/2666/2002 publicada en BOE.

Pero esta corporación está a lo suyo, al jolgorio y el voto fácil. 

Hemos registrado una moción para que este tema se trate en el próximo pleno ordinario. Como es un caso grave, mucho nos tememos que el señor Castro eche encima toda la tierra que pueda. Reconocer un error tan grave no va a ser un camino fácil para ellos. No tienen costumbre de reconocer ningún error, menos uno de esta magnitud. Como no hay argumento posible contra esta denuncia que hacemos pública, nos tememos que el señor Alcalde extienda algún bulo sobre nuestras personas para escabullirse a modo de cortina de humo. Dirá, como Ayuso con los patos del Manzanares, que no se sabe que nadie se haya muerto, vanalizando el peligro. Seguramente tire del comodín de nuestros negocios o nuestros supuestos intereses o bien pase a detallar su lista de logros de años pasados, que nosotros ya hemos puesto en duda. Le decimos lo que decía la bisabuela de mis hijos: “alabanza propia, mierda segura”. Los cánceres ya se sabe cómo son, aparecen con el tiempo y luego es tarde para lamentarse. Además, a diferencia de los accidentes de tráfico, es casi imposible muchas veces determinar su causa al 100%. Creemos que es aquí donde empieza la lucha contra el cáncer, en la retirada de elementos nocivos que lo provocan.

Solo nos queda confiar en que la difusión por nuestra parte sirva de presión para su retirada. Si finalmente se lleva al pleno, votar en contra de su retirada sería un ilícito legal muy grave, pues afecta a nuestra salud y la salud, es lo primero, se lo aseguro, lo dice nuestro grupo municipal y casi todo el mundo que mantiene unos mínimos de cordura.