Felices fiestas de septiembre

Saludos,

Desde el Grupo Municipal de Izquierda Unida de Alcocer os queremos felicitar estas fiestas y desear que las celebréis en comunidad, porque lo común es lo de todos, lo que compartimos, lo que nos une. 

Las fiestas que celebramos son y han sido siempre motivo de que muchos emigrados regresen a Alcocer y reivindiquen su pertenencia a esta comunidad, aunque ya no residan o ni siquiera posean una vivienda en Alcocer. Alcocereños o alcocereñas somos todos los que hemos nacido, hemos residido, hemos trabajado o hemos vivido nuestras experiencias vitales en esta pequeña villa. Es en estas fechas únicas, especialmente el sábado por la tarde, cuando se aprecia cuántos somos y también, por qué no, cuántos fuimos. 

El pueblo ha cambiado enormemente y hoy un gran porcentaje de alcocereños llevan apellidos que a muchos nos resultan exóticos, procedentes de regiones lejanas como Colombia, Perú, Ecuador, Marruecos, Argelia, Rumanía o Bulgaria. También ellos son ya alcocereños y alcocereñas, muchos de sus hijos nacen y se educan aquí, desarrollan sus trabajos en Alcocer y su comarca, su vida está entre nosotros. Traen consigo acentos, costumbres, cultura y religión, no siempre íntegramente importadas, muchas con raíces comunes con la nuestra, pero que, si en algo fueran diferentes, debe eso servir para enriquecer nuestro horizonte, para viajar sin salir de casa y abrir nuestras mentes, como ellos hacen sin duda al convivir en Alcocer con el resto. Musulmanes eran los habitantes de la península en su tiempo, musulmán es el nombre de Alcocer, español hablan muchos otros de ellos en sus tierras al otro lado del Atlántico y en Europa tenemos con el resto casa común. Hemos de hacer un esfuerzo para integrarlos en la comunidad y hacerles sentir parte de ella y que participen de estos actos comunales que nos unen, porque ellos son nuestro presente y nuestro futuro, junto a nuestros familiares, ancestros y descendientes. 

Por ello y en nuestro ánimo está en esta felicitación que nos planteemos si las celebraciones y los actos que organizamos les incluyen o les excluyen y, si concluimos que en parte sucede lo segundo, pensemos en la manera de ensanchar nuestro horizonte y de conseguir sentirlos y que nos sientan como su familia, verlos en los actos culturales, deportivos y festivos celebrando como uno más sería un buen síntoma de convivencia. Abracemos la diversidad del mundo, una oportunidad que no teníamos hace 100 años en que las noticias de otras tierras llegaban como algo lejano y que ahora tenemos al alcance de nuestra mano, solo con una conversación, un partido de fútbol, un acto cultural.

Queremos también recordar que las fiestas son en sí un acto de convivencia y la convivencia se basa en el respeto. Divirtámonos siempre con esa base, la fiesta es celebración y todos debemos sentirnos a gusto en ella. Al contrario que el individualismo y el egoísmo, pensar en los demás, construye comunidad. Celebremos pues pensando también en los demás.

¡Felices fiestas!