Obras mal ejecutadas y gestión ausente en los espacios deportivos de Alcocer
Los espacios disponibles en Alcocer, desde 1981 en que se restauró el viejo "juego-pelota" y durante muchos años, fueron únicamente esta pista restaurada y la pista de tenis anexa, reconvertida pasados unos años en campo de baloncesto.
El ejercicio del fútbol cada temporada variaba y, unas veces estaba delante de la plaza de toros, otras veces dentro, en alguna era, e incluso en la Cañada estuvo una vez. El herrero, hacia inicios de los 90, preparó unas porterías con tubos huecos que emigraron de sitio en sitio muchos años, estando unos cuantos de ellos instaladas en la propia pista del frontón. En esos años, la convivencia del fútbol y el frontón se llevó a duras penas, generando en ocasiones situaciones incluso de cierto peligro, pues no había regulación ni acuerdos claros y, mientras unos jugaban al frontón, otros echaban un "gol regateado" en la portería del lado opuesto, arriesgando el raquetazo unos, el balonazo otros, o el choque/tropezón/caída todos.

Por ese motivo, la construcción de unas nuevas pistas al lado del colegio (El CRA Santa Lucía), tras la plaza de toros fue celebrada por todos.

Cada uno pudo practicar lo suyo sin conflictos. Pero la pista se construyó sobre antiguas escombreras y no se consideró lo suficiente esa circunstancia al cimentarla. Bien pudo haberse trabajado mejor la compactación del terreno o instalarse pilotes bajo ella, o aumentar el grosor, o poner mallazo, o buscar otra ubicación, pero esta labores o no se hicieron o no funcionaron. Como resultado, el suelo se agrietó, la cancha se abandonó y la inversión se malversó. El coste fué de 56.220,93€ del PlanE más unos 15.000 adicionales por alisar y compactar según Carlos Castro.

No se exigieron responsabilidades al técnico responsable que, ciertamente, tenía unas obligaciones al respecto y un seguro por 10 años. No podemos comprobar si la obra se ejecutó conforme a lo proyectado, pues nos deniegan sin motivo justificado el envío de esa información desde el Ayuntamiento.
Cuando en 2016, Agustín Cámara y Carlos Castro nos informaron de la instalación de las porterías en el frontón de nuevo, y su negativa por tanto a reconstruir la pista dañada de fútbol, los fantasmas de viejos conflictos y peligros reaparecieron y pronto se hicieron realidad.
Por esa época, se decidió también la construcción de una pista de paddle encajonada entre la caseta de Telefónica, la pista de baloncesto y el propio frontón, a pesar de que el espacio era insuficiente para una pista de tamaño reglamentario y de que obstruía la salida desde el frontón hacia esta pista de baloncesto. La obra de la pista de paddle estuvo plagada de problemas desde el comienzo:
- Los alrededores quedaron plagados de barras de hierro de unos 20x1,5 cm, sobrantes que no se recogieron, con las que algunos zagales jugaban e incluso lanzaban con el consiguiente peligro.

- Numerosos pájaros morían al chocar contra los cristales, invisibles para ellos.
- A menudo los cristales se rompían, pues el sistema anti choque no era el adecuado.
- Las pelotas quedaban encajadas en numerosas grietas y huecos alrededor de la pista. Aún hoy pueden verse un rosario de ellas.


La obra perjudicó el ejercicio del frontenis: las pelotas marradas entraban en la pista de paddle y había que dar una vuelta saliendo por la parte trasera izquierda del frontón para recogerlas. Si la pista de paddle no estaba en uso, estaba cerrada y había que pedir la llave al encargado para recuperarlas. El camino para recoger pelotas que salían de la pista se complicó sobremanera con la construcción de vallas y paredes que nadie necesitaba. Se hizo imposible ver dónde caía una pelota fallada.

Como se jugaba también al fútbol, en muchas ocasiones se rompía el cristal del paddle, habiendo que cambiarlo cada vez. Por ese motivo se improvisó una valla de bloques de cemento de unos dos metros y medio de altura.

La valla generó nuevos problemas: impedía aún más la visual para seguir las pelotas perdidas, aumentó el problema de fisuras donde las pelotas tenían la manía de colarse continuamente y estropeó el canal de evacuación de agua de lluvia del frontón, que quedaba ahora encharcada en esa esquina. Este último problema se solventó a posteriori con una nueva intervención.





Hay que decir que la pista de frontón dispone de una malla en la parte superior de pared y lateral (o frontis y cuchillo) que tiene los huecos demasiado grandes y no retiene las pelotas, que tienden a colarse o encajarse. Esto se intentó resolver superponiendo una malla de cuerda plástica que, lejos de hacer su función, se convirtió en un cazabolas. La malla en ocasiones tenía hasta una docena de pelotas encajadas. Se decía que era como un árbol de navidad. El problema se terminó cuando el primer vendaval fuerte que se presentó en Alcocer hizo girones la malla plástica. La parte de malla plástica sobre el frontón, no se repuso ni se corrigió el problema, la parte que protegía la pista de paddle sí.

El frontón tenía bancos y sombra de algunos árboles en la zona de grada. Se eliminaron. Ahora aquello es un cocedero solanero. Por suerte, los olmos están rebrotando tras las vallas de bloques. Los bancos se reinstalaron algunos en la calle anexa (y uno de ellos en el pantano, delante de la bomba de agua de la Dehesa) pero de tal forma que a todo el mundo le colgaban los pies, que no llegaban al suelo. Se ha corregido el problema, pero solo en dos de los tres bancos.

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| Banco número 1: pies colgando, riego sanguíneo estrangulado. |
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| Bancos 2 y 3: se corrigió la altura pero se añadió un "ambientador" en el medio de los dos bancos. No hay sombra en la zona elegida. |
En resumen: nuestro polideportivo es la historia de siempre de muchas legislaturas: obras mal ejecutadas, parches peores que las soluciones, intervenciones continuas y muchos, muchos gastos. Chapuza y despilfarro.
Siguen coexistiendo fútbol y frontón, junto a cualquier actividad que el consistorio estima conveniente, generando la gestión de la convivencia por parte del Ayuntamiento conflictos, que provienen de aplicar decisiones por simpatías, privilegiando unas actividades sobre otras. El paddle es "la niña bonita", decisión del anterior equipo de gobierno, del que permanecen muchos concejales y, por tanto, deporte protegido. Se crean aplicaciones para reserva, se facilita la gestión y lo que haga falta. Las actividades extraordinarias del recinto fútbol/frontón/baloncesto se incluyen de manera discrecional, priorizando ciertas actividades y asignando días y horarios sin consultas a los afectados y sin informar del criterio aplicado. Mientras se construye una pista de fútbol o se repara la antigua, los conflictos son fáciles de resolver: citar representantes elegidos por los aficionados afectados y acordar calendarios y horarios de uso, sobre todo en verano y Semana Santa.
Pero este Ayuntamiento es poco amigo de trámites democráticos. Al contrario su gestión es déspota y cortijera (para muestra ver las grabaciones de cualquier pleno), rozando lo mafioso e intimidador cuando se muestran discrepancias. De esto último hablaremos más adelante.


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